Más allá de las situaciones complejas en materia de salud mental que arrastró la pandemia hacia las aulas, diversos son los factores que inciden en el entorno de las comunidades educativas y de quienes las integran.
No cabe duda que después de los dos años de pandemia se arrastraron diversos problemas hacia las aulas, como la violencia y la readaptación al régimen normal de clases, causados por la falta de convivencia y relación cara a cara con pares y profesores. No obstante, los factores que atentan contra una sana convivencia escolar y salud mental siempre han estado latentes y seguirán.
Entendiendo este desafío y la preocupación de los colegios, que se potenció postpandemia, Habilmind de Santillana ofrece una batería de herramientas de evaluación para monitorear de manera integral y planificada el ambiente escolar. Además, de acuerdo a las necesidades y prioridades de cada establecimiento.
Karina Esparza, directora académica de Habilmind Latinoamérica, plantea que la evaluación que puede lograr un colegio con las herramientas que ofrece el sistema implica a todos quienes forman parte de su comunidad, porque se abordan seis áreas que influyen en el aprendizaje: factores socioemocionales, factores cognitivos, factores fisioneurológicos, factores familiares y de ocio, competencias de los docentes y calidad del centro educativo.
Durante 2020 y 2021, cuenta la ejecutiva, el foco de los colegios fue aplicar evaluaciones para saber cómo estaban los estudiantes frente a ciertas emociones, como la ira, la frustración y la ansiedad, entre otras; y cómo se manifestaban a través de la adicción a las pantallas, la alimentación y las relaciones con sus pares. Frente a esto, Habilmind entregó a las comunidades distintos pasos para hacer frente y superar estos problemas.
Después de esta experiencia, que fue bien recibida, se replicaron evaluaciones en quienes educan: los docentes. Pero además, las herramientas de evaluación abordan las habilidades parentales, permiten ver a los padres sus fortalezas y las áreas dónde pueden mejorar sus competencias y gestionar las emociones de sus hijos.
Privacidad y acompañamiento
Las ventajas que tienen las distintas evaluaciones son que entregan indicaciones de mejoras y mantienen la privacidad, porque son anónimas, y el informe en detalle llega a cada usuario, mientras que el establecimiento recibe un reporte con promedios generales. Junto con lo anterior, dispone de un panel de control, ya sea para un colegio o para un grupo, para la toma de decisiones y estrategias de mejora.
“Habilmind es una plataforma 100% online. Con ella los directivos tendrán un panorama 360º de lo que sucede en su establecimiento para tomar decisiones”, comenta Esparza, porque involucra a los distintos actores.
Junto con la herramienta se provee asesoría integral. El encargado de convivencia de cada colegio recibe el apoyo de un psicopedagogo para desarrollar una planificación para aplicar las evaluaciones que, de acuerdo con sus necesidades, decida aplicar la institución. Junto con ello, se brindan capacitaciones.
El tiempo estimado para una adecuada planificación, análisis e intervención, que no consuma los tiempos de los establecimientos, es de tres años.
“Lo importante no es aplicar una evaluación por aplicar, sino que junto con ello dar seguimiento e intervenir para mejorar”, concluye Karina Esparza.