El 28 de mayo se conmemora este día en más de 40 países, cuyo objetivo es visibilizar el derecho al esparcimiento, juego y actividades culturales, consagrado en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
El juego es fundamental en el desarrollo infantil y también en el aprendizaje. A partir de esta premisa el Método Singapur, creado por Jerome Bruner y promovido por Santillana, es utilizado en Chile en más de 100 establecimientos escolares para una enseñanza lúdica de las matemáticas.
La bases de este sistema se fundan en cambiar la forma tradicional de enseñanza por un enfoque que estimule el pensamiento crítico, trabajando desde lo concreto hasta lo abstracto.
Un recurso fundamental de este método es la denominada Ruta Concreto-Pictórica-Abstracta (CPA), a través de la cual se activa lo lúdico. Niños y niñas aprenden nuevos conceptos y estrategias utilizando materiales manipulativos, como fichas, dados, cubos encajables u objetos de uso cotidiano, como botones, tapas de bebida, palos de helado, legos; para luego pasar a plasmar gráficamente esos materiales y, finalmente, completar la ruta a través de la representación simbólica, explica Ulises Hidalgo, especialista de Santillana.
“En la práctica, cada docente ejecuta sus clases mostrando una situación de aprendizaje. Por ejemplo: un juego matemático desafiante, haciendo preguntas a los estudiantes referidas a esa situación. Las respuestas de los niños/as sirven para detectar lo que saben y lo que no, y cómo seguir avanzando con ellos en la forma en que se podría resolver”, dice.
En un segundo paso el docente modela los caminos o estrategias que permiten resolver el juego, muestra cómo se hace y consulta los estudiantes si entendieron, si lo hubiesen hecho igual o distinto. Posteriormente se presenta otra situación o juego que debe ser resuelta desde un inicio por los y las alumnos mediante un trabajo colaborativo, explica.
Trampolín para el aprendizaje
Así, el Método Singapur “promueve la participación, la escucha activa, instancias de convivencia y que el estudiante sea protagonista del aprendizaje”, destaca el profesional.
El juego, junto con generar alegría, desafíos y ser clave en el desarrollo integral de cada niño y niña, es una de las herramientas fundamentales a la hora de activar mecanismos de resolución de conflictos, convirtiéndose de esta forma en un trampolín para adentrarse en las matemáticas, concluye.
De ahí la relevancia del Día Internacional del Juego, que se celebra este 28 de mayo en más de 40 países, para el mundo de la educación y actores, como Santillana, que buscan transformarla para que las nuevas generaciones tengan la posibilidad de construir un mejor planeta.
