Proyecto busca colaborar con las comunidades educativas de América Latina para que puedan alcanzar un impacto positivo en el bienestar emocional y en los resultados de estudiantes con capacidades diferentes o diversidad funcional.
Bajo la premisa del Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS 4) de la ONU, que se propone “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”, en noviembre próximo comenzará a desplegarse Santillana Inclusiva, proyecto global que pone de manifiesto el propósito de acción y compromiso del Grupo en Latinoamérica.
“Santillana apuesta por el compromiso global de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para asegurar la prosperidad y proteger el planeta. Remarca, por un lado, la educación inclusiva, equitativa y de calidad como causa común de la sociedad y, por otro, la importancia de la cooperación internacional para el desarrollo de todas las personas”, sostiene Carlos Rodríguez, gerente de contenidos y proyectos educativos globales de Santillana.
Característica y acceso
El ejecutivo explica que son tres grandes líneas de acción a través de las que se desplegará Santillana Inclusiva. Se trata de recursos informativos dirigidos a distintos actores de las comunidades educativas y que serán el primer paso de muchos que contempla el proyecto, explica. Estas líneas son:
1.- Documentación técnica pedagógica: está destinada a orientar a los profesores en la identificación y diferenciación de distintas situaciones educativas, entre ellas el Síndrome de Down, Trastorno del espectro autista, Discapacidad visual, Discapacidad auditiva, Déficit de atención con o sin hiperactividad, Dislexia y Altas capacidades.
La idea no es que los docentes se conviertan en expertos, dice Rodríguez, sino que sepan cómo abordar las necesidades especiales de sus alumnos y empleen las metodologías más adecuadas según sea el caso.
2.- Materiales curriculares adaptados: preparados por los equipos editoriales de Santillana, son contenidos pensados para niños y niñas que presenten alguna necesidad educativa y también para el resto de sus pares que usarán el material, contribuyendo con ello al trabajo que además desarrollan las familias. La primera etapa se centrará en las asignaturas troncales, como Matemática y Lenguaje y Comunicación, y en los niveles de Educación Parvularia y Educación Básica.
3.- Asesoramiento a equipos directivos: se realizará a través de documentos preparados por una experta en inclusión y tratamiento de la discapacidad y coaching. Así, los establecimientos podrán contar con un diagnóstico inicial sobre la situación de necesidades especiales que presentan sus estudiantes, una lista de sugerencias para abordar el tratamiento diferenciado según tipología o colectivos, un listado de materiales necesarios y la planificación requerida para proceder.
El coach, agrega Rodríguez, tendrá la misión de adaptar todos estos componentes a las necesidades de cada establecimiento, comenta el ejecutivo de Santillana.
“Lo que observamos en los colegios es que muchas veces los directivos y docentes tienen la voluntad de avanzar en una mayor inclusión, pero no cuentan con los recursos pedagógicos específicos para avanzar. Con este proyecto, lo que estamos haciendo es facilitar intervención educativa integral en esa dirección”, plantea Rodolfo Hidalgo, líder de implementación del proyecto en Chile.
Se estima que a partir de la segunda mitad de noviembre de 2022 Santillana Inclusiva esté disponible en Chile para todos los establecimientos que cuenten con Compartir, complementando y fortaleciendo el portafolio de soluciones que se entregan a través de este ecosistema.
